Entras en un restaurante caótico donde ya huele a otro mundo (como medio londres).
Te sientas, te atienden rápido pero sin agobios y pides cosas que no sabes ni que son, ni de que estan hechas, ni como se comen, pero madre mia... ¡Que rico!
Un lugar que no te hará en ningun momento poner una cara rara, un lugar donde dentro del kaos nos sentimos agusto y pudimos degustar una comida exquisita.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.