Nos recibió la dueña, Jacqueline, y muy amablemente nos dio la bienvenida, un mapa de la zona, nos acompañó a nuestra habitación y nos preguntó a qué hora queríamos el desayuno al día siguiente (solo para lo caliente, las tostadas y demás te las podías hacer tú mismo en el propio “desayunatorium”…). La habitación que nos tocó era sencilla, con baño sencillo panelado en madera, pero limpio y suficiente para pasar una noche (como fue nuestro caso), o alguna más. Tienen wifi que llegó bien en todo momento, nos costó 70 libras y pudimos pagar con tarjeta. Muy recomendable.
367
39
12
2
1