Es un hotel ideal para gente que va a trabajar. No tiene lujos y es muy limpio, muy nuevo y muy cómodo. Las habitaciones son amplias y lindas.
Tiene un buffet super completo para el desayuno por €10 apróx. Donde puedes comer más que bien.
La WiFi no tenía un buen alcance, pero era una de las cosas que iban a mejorar.
En cuanto a la ubicación, es ideal. La calle es tranquila, a partir de las 6 es muy silenciosa.
El personal es súper servicial, pero debes hablar en inglés, porque nadie habla español. El acento irlandés puede ser un poco difícil al principio.
Estás a 15 minutos caminando de Temple Bar (la calle más turística de Dublin) y a unos 10 del Río Liffey que es hermoso.
Súper recomendable para quienes necesitan descansar, dormir bien y salir temprano :)Más
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- Wi-Fi gratis
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- Servicio a la habitación