Alojamiento muy "cuco", con mil detalles y una estufa de leña que añade calidez a la estancia.
Enfrente tiene una terraza para comer al aire libre.
Escaleras estrechas para acceder a los dormitorios. No apto personas con dificultad movilidad.
Los dueños fueron muy amables. Disponen de otro alojamiento cercano, que fue el que encargamos, y nos encontramos con este sin conocerlo previamente. Tras la sorpresa inicial,todo fue genial.