Servicio impecable.
La habitación estaba llena de detalles geniales, con una esquina mágica con una mini kettle, café, té, galletitas... Las instalaciones del Hotel son completamente modernas, y las habitaciones, por el contrario, son clásicas y muy acogedoras.
No he dormido nunca en una cama más cómoda que esa. El colchón tenía encima un "colchoncillo" de plumas que hacía que no te quisieras levantar nunca más de la cama.
El baño estaba impecable, con una esquina mágina llena de muestritas de champú, gel de baño, suavizante, kit de manicura, albornoces...
Llegué tarde por la noche, y me fui tempranísimo por la mañana, por lo que no puedo hablar de los demás servicios. La piscina era genial, aunque no tuve tiempo de usarla.
La cena fue exquisita, y el desyuno de película, con un sinfín de quesitos, mieles, patés, yogures...
Lo que más me gustó: la habitación y esa cama. Te sentías como en casa.
Lo que menos me gustó: ¡no haber tenido más tiempo para disfrutarlo! (no hubo nada que no me gustara).
1.201
786
307
135
94