Sitio inmejorable, la playa a unos metros, un local como hay pocos y un servicio de lujo.
Probé platos riquísimos, y me dejé aconsejar por nuestra camarera que siempre estuvo pendiente de mis alergias....un disfrute para todos los que fuimos, enganchamos la tarde y casi la noche sentados en la terraza.... una maravilla. Un consejo, dejate aconsejar por ellos.
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