He ido varias veces, pero desde luego que no volveré jamás. Al principio la calidad era mucho mejor pero fueron bajando, tanto en cantidad como en calidad.
El colmo es que desde hace unos meses no admiten perros ni en la terraza, con un cartel en el que indican una ley que se refiere a los locales como supermercados, carnicerías, fruterías…, ya que a los bares se refiere expresamente el artículo 14.1 del mismo. Pero además una terraza no es un local como tal, es una cesión de espacio público que concede el Ayuntamiento de la ciudad. Desde luego que en el interior del local pueden tomar la decisión que quieran pero la legislación que indican no incluye la terraza. El remate para no volver son las respuestas a valoraciones que han puesto aquí, así como la actitud del dueño. Pues perdonen, pero hay perros educados que ni babean ni sueltan pelos ni hacen sus necesidades sin avisar como dicen, teniendo más higiene y educación que los seres humanos.
Y puestos a cumplir normativas, en el interior de los locales lo que no está permitido es fumar, aunque tengan la persiana bajada y sean los empleados.