Apartamento muy bien situado, justo detrás de la iglesia de la Macarena.
Nosotros teníamos el apartamento naranja, que esta detrás de la calle y es un bajo.
El apartamento es bastante grande para dos personas.
Contaba con dos camas individuales, que para mi era bastante incomoda ya que el colchón era de muelles y no estoy acostumbrada a ellos.
El apartamento tiene varias pegas.... si lo que quieres es un silencio y tranquilidad absoluta para dormir por la noche... llevate tapones para los oidos.
No se si en los apartamentos que estan en las plantas de arriba se escuchara menos ruido pero en el nuestro se escuchaba absolutamente todo.
Al estar en un bajo y al lado de la calle por la que pasaban los coches se escucha todo mucho pero bueno.
Otro de los puntos negativos es que no tiene radiadores la habitación. Tiene un aire acondicionado con el que puedes poner aire caliente, pero al estar lejos de la cama apenas llegaba el aire caliente.
El cuarto de baño está muy bien.
La ducha era enorme y eso se agradece, ya que en muchos alojamientos en los que he estado, la ducha es muy pequeña y apenas te puedes mover.
Cuando llegamos, el baño olía muchísimo a cañería y era insoportable.
Cerrando la puerta evitamos que el olor saliera para la habitación pero bueno.
La cocina, bien, sin mas, aunque los fuegos.... si queires cocinarte algo elaborado, mejor vete a cenar a un restaurante porque vas a tardar mucho.
No tienen mucha potencia y tardas mucho en calentar cualquier cosa.
Pero a pesar de no tener mucha potencia, el apaño te lo hace a la perfección.
El desayuno lo teniamos en el hotel Alcoba del rey y era muy bueno y variado.
El chico que nos atendía super amable y educado.
Es un apartamento al que si vuelvo a la ciudad seguramente vuelva, pero a mi punto de ver tienen que mejorar algunas cosillas como las que he comentado, climatizacion e insonorización.
El trato de las chicas de la recepción fué muy bueno por ambas.
Volveré