Una de mis sidrerias preferidas. Lo mismo para comer que para tomar sidra. Pero hay un detalle que no me gusta. El jefe cuando vamos a comer o cenar es muy amable. Saluda, te dedica tiempo, te aconseja. Pero cuando vas solo a tomar sidra, ni te mira, ni te saluda, y yo tengo que decir que las pago ehhh. El otro día decidí que no iba volver.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.