La comida deliciosa, la bebida excelente, el ambiente inmejorable, el servicio espectacular... Pero lo que hace que un lugar sea maravilloso son las personas: sus recomendaciones, su buen trato, su amabilidad y sus ganas de trabajar. En Jimena no sabes qué día es, porque no importa si vas lunes o sábado, siempre encuentras una sonrisa bajo la mascarilla de Paco: siempre accesible, siempre impecable.
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