Ya había venido a comer en otras ocasiones y había salido contento, pero tras haber realizado una reserva con mas de 4 días de antelación para poder comer en familia, hoy día 10 de marzo, nos encontramos con que el propietario ha sobreexplotado el local poniendo en el centro del salón una mesa de 15 personas sin dejar espacio entre sillas para el paso de clientes o camareras. La inexperiencia del servicio en mesa es más que notable ya que nos ofrecieron un menú degustación el cual después de haberlo encargado no había casi ningun segundo plato, culpa del equipo de cocina por una nefasta organización y preelaboración.
De primeras no quedaban mejillones y lo sustituyeron por ni si quiera dos gambones por cabeza siendo una mesa de 8, ya que fallaron no supieron contar tampoco.
De segundo en el revuelto de setas "con boletus" no estaban ni bien descongeladas las setas de bolsa que podemos encontrar fácilmente en mercadona...
En tercer lugar el entrecot iba acompañado supuestamente de una guarnición de esparragos y virutas de foie, la realidad es que metieron unas verduras cortadas rapidamente a la freidora junto a un corazon de manzana con semillas y no habia esparragos ni foie. El entrecot reseco.
En cuarto lugar el bacalao "confitado a baja temperatura" no era eso ni de broma. No estaba bien descongelado porque el plato se llenó de agua, no se separa como se debe separar en lascas al confitarlo, el tenedor se quedaba clavado en el bacalo sin moverse de la rigidez, se descongelo seguramente bajo un chorro de agua caliente o en el microondas...
La presentación de los platos dejan mucho que desear.
Lo maximo que se les ocurrió fue invitar a unos chupitos despues de tremendo error.