Cada plato merece la pena, eso es lo que más me sorprendió, en cada restaurante estrella siempre hay algún plato que no convence. Este es la excepción, cada plato tenía mucho mimo, cuidado y calidad. El sumiller es un chico joven de ojos claros, lo que más nos sorprendió de él es que era un auténtico experto, tanto en los vinos, la bodega, como en la elaboración de los platos. Me hubiese encantado tomarme un vino con él. A su edad sabe mucho más que todos nosotros juntos. Buena carta de vinos, postres estupendos. Disponen de leche vegetal. Sorprende de verdad. Un precio realmente bueno. Sólo repito en restaurantes exquisitos, y éste es para repetir y llevar a todos mis conocidos. Acierto.