La decoración es lo que más llama a la vista, sobretodo antes de entrar. Luego lo típico de estos locales, camareros atareados, comida y bebida normal, buena pero sin más aspiraciones y precios inflados para turistas… un 6

Camareros sin actitud, poco resolutivos, pésimo servicio, el nivel del local no se mide solo por la decoración, el equipo influye y el personal para mi gusto no da la talla, al menos quien sirvió mi mesa
Comida aceptable.
36€ de pan ni lo pedimos
Metieron comida que no pedimos
Botellas de whisky de 250€ en la carta que me las cobran a 400€

Acaban de perder toda mi confianza, no es la primera vez que voy si la primera que repaso la cuenta.

Encargados aceptables a primera hora, según pasan las horas las sustancias invaden el ambiente del local.

Pésimo. Nos sentamos a las 16:00 y no había casi nadie han tardado hits y media en traer un tempura de cangrejo un tatami de atún súper pobre ( si vas con hambre esto solo es una entrada ) y un salmón que si estaba bien. Es u sitio solo para pintar que estás en un sitio guay para copas y ese estilo no para comer bien.