Voy con mis amigas muy amenudo, porque nos encanta el bar y las patatas estan super ricas. El trato del camarero que nos atendio siempre muy bien, salvo este ultimo fin de semana que nos atendio un camarero ( no se el nombre pero tenia coleta) el trato por su parte no fue correcto, muy estirado a la hora de responder cuando le haciamos preguntas de la carta, le daremos otra oportunidad y como sea igual NO VOLVEMOS

Estuvimos comiendo 4 amigas y el trato por parte de los profesionales fue genial, en concreto el trato de Lara fue maravilloso, super atenta y encantadora. La comida muy buena, las bravas, las gyozas de pollo al curry y las croquetas super buenas y cremosas. Volveremos seguro.

Por fin encontré un sitio en Madrid en el que hagan unas patatas bravas que merezcan la pena. Recomiendo también la croqueta "Lalina", junto con el pisto que la acompaña hace una mezcla de sabores espectacular.
Mención a mi tocayo Álvaro que nos trató muy bien.

Hemos ido numerosas veces a este restaurante, y nunca defrauda. Prácticamente toda la carta tiene opción sin gluten y todo está riquísimo. Totalmente recomendable tanto si eres celiaco como si no.

El bar en si no está mal,pero la atención de los camareros es pésima,sin atención,sin ganas y les da igual todo,la gente fuma en las mesas a pesar de tener una señal en cada mesa de prohibido fumar,los camareros les da igual que fumen,la comida regular,el jamón salado y de poquísima calidad a pesar de cobrar la tapa 9€,en fin bar normalito sin nada espacial,justo al lado hay uno mejor y mejor atención.