El domingo 11 a las 130 pm fui a almorzar al restaurante, estaba arreglado mas no de traje o mucha parafernalia, sin importar eso me atendieron super bien independientemente que no tenia reservacion, la entrada, sencilla elegante mas no ostentosa, te reciben dos mujeres las cuales te ubican en la mesa, a solo ojo su ambiente se veia muy elegante tranquilo y ameno, perfecto para cenar con alguien que uno estime sea familia o la pareja, o simplemente solo como yo lo hice.
Ya en la mesa, el mesero muy amable y conocedor de la carta, ofrecio vino, al cual no tuve el placer de degustar ya que no bebo alcohol, pedi cerveza ain alcohol y perfecto si tienen, ademas una botella de agua, me traen el menu, leo precio muy manejables y platos de todo tipo, su variedad es bastante amplia y productos frescos, y naturales, pedi como entrada, langostinos ( vienen 6 bajo en sal, si uno desea cuadra sabor con el aceite de oliva extra virgen q ofrecen, y la sal marina, molida al instabte por uno mismo, bastante bien de gramage y calidad, muy suave y perfecto para acompañar el pan frances que te sirven, de fuerte por recomendacion del mesero ya que yo queria pescado fue Lubina ( viene acompañado con pure de papa una locura los dos super buenos) el postre una tarta de queso ( ridiculamente delicioso, muy pero muy bueno). Es el postre a pedir.
De precios, ambiente, calidad de atencion, decoracion muyyyy bueno realmente un sitio que no te puedes perder en Madrid sobre todo si quieres comer sano, rico y bien muy bien preparado y atendido. Concluyendo muy grata experiencia.
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