Entramos unos amigos y yo para cenar, le preguntamos si tenía jarras de agua y nos contestó de mala manera que no... No cuesta nada decir que no tienes jarras sino que tienes botellas de buenas maneras.
Los precios de la carta no son muy elevados, entre 4/5€ los bocadillos. Pedimos todos unas baguets y para nuestra sorpresa, eran baguets enteras! ( eso es lo único bueno del sitio...)
Pero la sorpresa mayor vino al probar y abrir el bocadillo...
El mio era de "bacon" con queso, y lo pongo así porque estaba tan tan duro que si dabas golpes con el plato sonaba como una cucharrilla golpeando...
Algunos de mis amigos pidieron pollo y .... Estaba en mal estado! Eran trozos finos y tenían el borde mas seco, con un color muy raro y con un sabor indescriptible... Y la salsa de queso... Pff no puedo ni explicar como olía eso.
Le dijimos que no nos parecía normal pagar por esos bocadillos incomibles y me retiro el mio dejándome sin cenar. Ni si quiera se digno a hacerme otro.
Y claro está, todo esto con malas caras, malas contestaciones y convencido de que el bacon es así y el pollo también que estaban en buen estado.
Para colmo, una amiga se encontró en su bocadillo algún pelo que otro y al decirle al camarero me dijo gritando que lo había puesto yo.
Ojalá les hagan una inspección de sanidad pronto y les cierren el local porque sirviendo todo en mal estado van a conseguir que al final a alguien le pase algo.