Maravillosa opción para paladares veganos. Adaptan el menú con mimo y salvan todas las distancias para sentir de cerca esa cocina de cercanía que defienden. Los panes iniciales, los aceites, la mantequilla y una botella de Pico Tuerto preparan el terreno para la degustación posterior. Espectaculares los platos de cordero lechal, gazpacho de gamba, berberechos y erizo y sus respectivas adaptaciones. Quiero destacar el equipo de sala y un detalle importante : la amabilidad del chef y su presencia en muchos de los pases en mesa. Hablar con Rafa nos ayudó a entender esa cocina de cercanía por la que optan y descubrir esa herencia familiar panadera que explica el deleite de sabor de los panes iniciales. Siendo muy disfrutón con la comida quiero repetir !
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