Cuando llegamos a este hotel, parecía reunir todos los requisitos para darle la puntuación máxima. Parking gratuito, piscina, recepcionistas muy amables, personal del bar donde tienen comida rápida como hamburguesa y sándwiches fabuloso, un camarero por la noche súper amable, una habitación fabulosa con una gran terraza que puede hacer las delicias del que se aloje en este hotel, un delicioso y variado desayuno. Hablo de la habitación 111. Lo negativo fue cuando intentamos bajar la temperatura de la habitación ya que hacía calor. Aunque la pusieses a 17 grados eso seguía sin enfriar. Tras intentar descansar un poco sin ser posible por la temperatura de la habitación, bajamos a recepción donde se lo indicamos. El recepcionista dijo reiniciar el aire acondicionado y que en un rato, enfriaría. Fuimos a la piscina mientras y al volver a la habitación eso seguía siendo un horno, lo que viene a ser caldo de cultivo para bacterias, y las bacterias deben de ser los clientes. Por la noche dejamos abierta la terraza para intentar refrescar la habitación, resultado? Las piernas llenas de picaduras de mosquitos que debían estar encantados con ese hábitat de calor. Tener 4 estrellas y no poder disponer de un aire acondicionado correcto, nubla el resto de la estancia y pasa a convertir un hotel que podría haber alcanzado la puntuación máxima a la mediocridad de no atender correctamente a sus clientes. Más
- Wi-Fi gratis
- Restaurante