Nos encantó, en general el menú es de tapa frías, gran variedad de quesos, fiambres y embutidos espectaculares. Fuera de carta nos ofrecieron lasaña de ragut y ternera en salsa (vitello), todo un acierto ya que estaban excepcionales los dos platos. Tienes la posibilidad de comprar los productos de la carta y te los envasan al vacío. Marcelo encantador, siempre atento, y on servicio inmejorable. Sin duda en un próximo viaje Volveremos!!