Hotel a las afueras de Utrecht donde se hace casi imprescindible un coche para moverse. No está muy comunicado.
El hotel en si está bien, se nota que tiene ya su tiempo, por el diseño e instalaciones pero están bien mantenidas.
El restaurante del hotel nos pareció algo caro. El desayuno buffet me pareció desmesurado, 19€ por persona y tampoco es nada del otro mundo. Casi mejor desayunar en la cafetería un café y croissant por 7-8 €.
Las habitaciones están limpias y cuidadas.
Lo malo las camas, que para un hotel de esta categoría que menos que un colchón como Dios manda y no un topper encima de un canapé.
El baño limpio y bien sin más.
La habitación tenía cafetera y opción de servicio de comida.
En resumen, hotel de paso si andas por la zona pero si vas a visitar Utrecht mejor algo más céntrico.