El Hostel está muy cerca de la plaza Marqués de Pombal y queda bien comunicado pero no es céntrico. El personal es muy amable pero sólo están en el Hostel por la mañana, algo que hace que quede el lugar muy dejado de la mano de Dios. Las habitaciones (compartidas) se cierran con llave pero no hay casilleros individuales y al no haber recepción es algo que deberían mejorar ya que hay que fiarse de los compañeros. Las habitaciones y las sábanas limpias pero, sólo hay un baño para cinco habitaciones de mínimo cuatro personas cada una. Esto último hace difícil el uso del baño y cuando puedes entrar varias veces llaman para ver si está ocupado. El baño se limpia por la mañana, pero por la tarde ya vuelve a estar algo sucio y encharcado. Creo que deberían plantearse alguna reforma. Está en un tercer piso, a considerar si se va con maletas pesadas. Un poco ruidoso porque hay un parque de bomberos al lado.
Yo no volvería, hay opciones muy parecidas mucho más céntricas.