Fantástico.
Desayuno muy bueno.
Personal muy amable.
Ubicación buena y muy limpio.
La habitación perfecta. Cama y almohadas muy cómodas. Silenciosas.
Si necesitas parking, ellos mismos se encargan de llevar el coche (12 €/día).
- Wi-Fi gratis
Fantástico.
Desayuno muy bueno.
Personal muy amable.
Ubicación buena y muy limpio.
La habitación perfecta. Cama y almohadas muy cómodas. Silenciosas.
Si necesitas parking, ellos mismos se encargan de llevar el coche (12 €/día).
Estuvimos una noche en una habitación cuádruple, en un edificio enfrente del principal. Tenía olor a humedad y todo estaba húmedo, en el baño la ducha no drenaba y se juntaba toda el agua, cuando hicimos el check out le dije a la persona que estaba en la recepción y su comentario fue: lo dejo escrito.
El hotel está en un edificio espectacular. Tiene aires de los paradores de España, con habitaciones muy amplias, ventanas con vistas a las callejuelas de la ciudad y muy bien mantenido, siendo que tiene unos 400 años de antigüedad. El personal también fue muy amable en todo momento, las camas muy cómodas y recibimos un desayuno increíble. Además, brindan el servicio de estacionamiento, a unos 50 metros del hotel, donde ellos mismos llevan el auto y lo traen.
Edificio historico, perfectamente acondicionado. Muy buena la atencion del personal. Muy bien ubicado al igual que las cocheras. Excelente desayunador. Habitaciones comodas y tranquilas, no todas tienen vistas. Muy recomendable.
Orvieto es de fantasía y el hotel Palazzo Piccolomini va perfectamente con esta calificación. Al llegar nos perdimos y tuvimos que dar muchas vueltas en el carro para encontrarlo. No era difícil, sencillamente había que leer las señales en la entrada al pueblo. La atención fue inigualable. Está perfectamente bien localizado, el sitio es hermoso, las habitaciones amplias, limpias, muy agradables. Dan ganas de quedarse un rato más en el hotel. El desayuno sin igual. No busque más, quédese acá.
Es un hotel céntrico tiene parking cosa que aquí se hace imprescindible, habitaciones rústicas preciosas, y todo limpio y bien arreglado, el equipo son personas de una gran amabilidad desde el hotel puedes desplazarte caminando a cualquier parte de la ciudad y muy cerca hay dos grandes restaurantes y esta a 3 minutos caminando de la calle principal