Inmejorablemente situado en la calle Corso, en el casco histórico de Orvieto. Dispone de aparcamiento en el parking público situado a 20 m del hotel. El hotel está en una casa antigua, a pesar de lo cual es razonablemente espacioso e incluso dispone de una pequeña terraza al exterior, muy agradable en las tardes de calor. Todo el hotel, habitaciones incluidas, está decorado con mimo y ganas de agradar.
Las habitaciones son muy diferentes, algunas incluso con dos niveles, son cómodas, tienen muebles cuidados y son de tamaño suficiente. El baño es amplio, e incluso la ducha es razonable, para ser Italia. Wifi gratuito en todo el hotel, que funciona bien. Todo está limpio y cuidado.
El personal pertenece casi todo a la misma familia y es atento y colaborador. El desayuno es abundante y variado. El hotel es muy tranquilo.
En resumen, un hotel con encanto en el centro de Orvieto, recomendable para visitar la ciudad o para hacer una excursión a la Umbría.