Ya me gustaría poder calificar la comida, pero para ello es fundamental poder probarla. En este caso no la puedo calificar ni bien ni mal porque como carecíamos de reserva no nos pudieron (o mejor dicho no nos quisieron) atender. Eso sí, me quedé con la impresión de que como solo íbamos 2 personas y tan solo quedaba libre una mesa y justo detrás de nosotros iban 4 personas, (también sin reserva y lo digo porque les habíamos preguntado), sencillamente el camarero (o dueño) nos dijo que para 2 personas tenía que ser fuera en la terraza (al sol, eso sí), porque dentro (y al fresquito), no tenía mesa para nosotros, en este caso era para 4 comensales que eso aumenta más la factura. Una mentira como otra cualquiera, pero que a mí personalmente me fastidió bastante. Ya sé que no les van a faltar comensales, pero ese no es el mejor trato para que otros vayan. Bueno, esta es la experiencia y la cuento tal como nosotros la vivimos. Siento no haber probado ni un solo plato y tener que calificar solo el Servicio para decir que en esta ocasión ha sido nefasto y muy desafortunado. "CIAO AMIGO", cuando vuelva buscaré otro sitio.