Magnífico establecimiento en el centro de la ciudad, a dos pasos de la Ópera. En estos momentos ocupamos una Junior Suite muy amplia y cómoda, con cafetera, minibar, equipo de TV y sonido. Vistas a la avenida principal.
Baño con bidet y ducha efecto lluvia.
El personal magnífico, muy atento y amable. Destacar la atención personalizada del señor Botond Sikó que atendió amablemente nuestras necesidades y hablando un correcto español.