El hotel está ubicado justa a la mitad de la avenida peatonal (''Basanaviciaus'' ) que lleva al mar, desde hotel puedes caminar tanto a la izquierda hacia la catedral/centro de Palanga como hacia el mar/puente, es un lugar perfecto y tranquilo. No llega ruido de los restaurantes de alrededor. Hay estacionamiento para las visitas. Las habitacines comodas y limpias, el hotel no es de lujo pero tiene sus comodidades y es nuevo. CONSEJO: hay habitaciones dobles que la pared de baño/wc es de cristal y desde la recamara se alcanza a ver todo lo que pasa en la regadera/baño...Pués no hay privacidad, tu pareja te puede ver sobre la taza del baño :-) Así que si les importa- especifiquen al reservar que desean que la pared no sea de vidrio, que les dé habitación normal.
No hay plancha en la habitación pero se puede pedir prestada en la recepción. Desayuno es sencillo pero hay un poco de todo: salchichas, huevos, verduras, queso, jamón, fruta, pan dulce, hot cakes, buen café, etc..
El restaurante del hotel se ciera como a las 22hrs y queda abierto solo bar, en la noche ya no hay alimentos. Internet gratis.