Nuestro excelente y detallista guía Hassan nos llevó a este lugar a comer, y fue muy buena elección. Nos explicó antes de entrar que no nos quería llevar a un restaurante típico donde llevan a todos los extranjeros, sino mejor algo más familiar. Así entrando por una callejuela estrecha y solitaria, llegamos a la puerta. Al entrar había un humilde comedor dividido en varias, unas 3 salitas, repletos d mesitas y sofás, com una decoración muy del lugar, solo había comiendo otros tres que parecían de la zona. Nos trajeron la carta , donde se podía elegir entre dos primeros y unos 8 ocho platos de segundo, todo comida típica, y fruta d postre ( 3 piezas para cada uno...), por 80MAD cada uno. Las raciones, grandes y muy buenas, pero no pudimos acabar con ellas. Probamos la ensalada y la sopa, i el cous cous y carne de cordero con huevo. El té de menta como final lo ofrecen pero no está incluido en el precio, 1-2€ pero lo recomiendo ya que te lo sacan acompañado de dulces típicos. Bon appetit!