Este ria está estratégicamente ubicado: está fuera de la medina, pero súper cerca de ella. Por tanto, es muy fácil llegar, no vas a perderte, y puedes ir a la medina cuando quieras puesto que está literalmente a 5 minutos andando. El personal del hotel es lo más amable que hemos visto nunca, nos ayudaron a encontrar un guía para el día que pasamos en la ciudad. Además, nos recibieron con té y pastas mientras hacíamos el check in, y las habitaciones son amplias, grandes y limpias. El desayuno una maravilla, aunque eso sí, vinieron un montón de abejas a desayunar con nosotros. Nada que objetar, todo estaba genial.