El mejor Riad en el que estuvimos en Marruecos. Excelente la habitación (amplia y confortable), excelente el patio central con fuente y jardín típico de los riads (al que dan todas las habitaciones), excelente la cena (comida típica marroquí como tallín, que preparan en el mismo lugar) y excelente el desayuno. Tuvimos la suerte de conocer el lugar gracias a nuestro guía, Morad, que hizo la reserva. Para destacar la amabilidad del encargado (cuyo nombre no recuerdo) y de la camarera Fatiya.