La habitación estaba limpia y tenia suficiente espacio para dejar el equipaje. Sencillita pero las camas eran cómodas. El aire acondicionado funcionaba perfectamente y nuestra habitación daba al exterior, por lo que se oia el ruido de la estación de tren aunque las ventanas aíslan bastante. La piscina está muy limpia pero a las 18h cierran al baño hasta el día siguiente, echando los productos y se marcha el socorrista. El restaurante del hotel está bien y no es exageradamente caro, aunque sí es un poco caro en comparación con los precios de los restaurantes afuera. La ubicación es ideal ya que tiene los taxis en la puerta y son muy baratos, en menos de cinco minutos llegas a la medina.