Desde hace muchos años visitamos Santiago de Chile, y esta es la primera vez que nos hospedamos en el hotel Sheraton & Convention Center de Providencia. Lo elegimos animados por la ola de calor, ya que el hotel cuenta con pileta al aire libre. Tras cuatro días, debemos decir, que el hotel superó en mucho todas nuestras expectativas, hicieron del viaje una experiencia que ya queremos repetir.
La infraestructura del hotel, que claramente está diseñado por gente que sabe del tema. Provisto de habitaciones amplias e impecables, con camas king side hoteleras, con muy buenos colchones, sábanas y muy confortables. La habitación con vista a la piscina, aire acondicionado, tv, caja de seguridad, espaciosa, en excelente estado. El desayuno buffet simplemente magnánimo, pues ofrece todo tipo de frutas de impecable e insuperable calidad, yoghures de todo tipo, exquisitos quesos y fiambres, olivas y alcaparras, frutos secos, y varias bateas con tocino, salchichas, huevos revueltos, omelettes, etc; pero además, el chef siempre presente prepara a pedido omelettes, huevos fritos con una perfección digna de mencionar.
Durante el día, el desayunador funciona como bar, pues está emplazado junto a la piscina, y su personal sumamente atento se preocupa y ocupa de servir a los huéspedes todo tipo de bebidas siempre con una sonrisa y muy buenos modos. De noche es posible cenar mediante modalidad de buffet en el que es posible degustar desde distintos tipos de corte de carne a la parrilla hasta salmón rosado o atún rojo.
Lo más destacable, es el personal del hotel, esmerados y sumamente atentos todos ellos. Las contagiosas sonrisas y la gentil y amable dedicación con las que nos atendió el equipo del hotel fue absolutamente sustancial para que nuestra estancia allí fuese digna de estas palabras de elogios y sólo nos quedan cortos los halagos a la hora de merituar su profesionalismo, dedicación y esmero. Todos ellos demostraron ser eficientes, muy habiles y capaces. Queda claro, que quien capacitó y armó el grupo que alli trabaja -Daniel Lopez-sabe muy bien su trabajo y tiene y debe estar orgulloso del grupo que formó. En efecto, y solo a modo de ejemplo, corresponde destacar a José Luis en el sector de piscina, a Catalina Gonzalez quien con una sonrisa y mucho profesionalismo y dedicación se ocupó de modo sumamente gentil de que nuestra estancia sea de absoluto disfrute, ya desde temprano, a la hora de recibirnos para desayunar. Ella mostró empatía y dedicación a niveles que deben ser destacados, siendo la mejor expresión de lo que debe ser un profesional en el tema. Nicolás González nos recibió con una sonrisa y fue muy atento y cordial, al igual que cada uno de los chicos que hicieron más que placentera nuestra estadía, entre ellos Andrés Sepulveda y Boris. A los chicos de recepción José Pablo Acuña y Valeria Camino y a la Sra. de la conserjería Naomí, quienes estuvieron atentos a todos nuestros requerimientos e inquietudes. Gracias a todos, no vemos la hora de volver!!! Enrique y Lorena (hab. 731)