Desde la recepción la experiencia fue muy buena, el personal muy amable y dispuesto a ayudar. La habitación fue lo que esperábamos. Me gustó que tengan en el baño para limpiar los zapatos (muy útil para los viajeros).

Tuvimos una vista bonita de la iglesia, la ubicación es ideal porque no está lejos de la plaza y pudimos descansar muy bien, no hubo ruidos molestos; el único detalle fue que en la noche sentimos un poco caliente la habitación pero nada fuera de lo normal.

Su menú ejecutivo también fue bueno y el costo está buenísimo.

El desayuno estuvo bien también, tienen lo necesario para iniciar el día.

Encantada del lugar.

Encargado de la recepción no apta para el cargo, mal trato, mal genio, sin organización, poco empático, poco tolerante al estrés.
Las habitaciones no aíslan el ruido de la calle, y como este hotel esta en el centro de la ciudad, no pudimos descansar ni dormir, debido al bocinazo permanente de los cusqueños pasados de copas.
No recomendamos este hotel.
El año pasado en la misma fecha nos quedamos en un hotel en en Barrio de San Blas, lugar muy cálido, acogedor.

Excelente servicio. Personal amable; la reserva, el pago, la habitacion, etc, todo esta Ok. Particularmente, agradezco al personal por tener oxigeno a la mano para mi pareja, dado que le afectó la altura de Cusco. El desayuno a las 4 am, listo para llevar y degustarla en el camino hacia MACHUPICCHU estuvo excelente.