El hotel mejor valorado según las opiniones de los viajeros. Nos dejamos llevar por eso y por la fantástica situación en una de las islas palmera y ha sido la peor experiencia en un hotel que hemos tenido nunca. Hemos viajado por tres continentes y probado desde un modesto Motel en USA a un cinco Estrellas en Europa o incluso un grand resort en Bahamas, pero nunca nos había sucedido algo así. Estuvimos tres noches de las 9 previstas y tuvimos que irnos porque era insoportable. Imposible dormir en este hotel, no vayas con ganas de descansar y estar tranquilo.
La primera noche nos dieron un hotel de cara a la carretera donde el ruido es bastante molesto y no se podía descansar, de hecho hay una carretera de seis carriles delante, aparte de varias vías más. Pedimos el cambio, nos enseñaron una habitación de cara a la playa, dando a una piscina infantil y algunas villas privadas que se suponía más tranquila, pero nada más lejos de la realidad, por la mañana cuando te la enseñan no notas el ruido, pero por la noche no puedes pegar ojo debido al ruido de la extracción de aire que tienes justo enfrente, aparte de las juergas que se montan los vecinos de abajo en sus piscinas privadas aunque los de seguridad les hicieron quitar la música. Algún ruido más en habitaciones de enfrente pero seguridad no contestaba ni recepción tampoco.
Nos enseñaron varias habitaciones más al día siguiente, pero ninguna parecía mejor ni menos ruidosa, al final decidimos seguir en esa habitación, pero para colmo de males, teníamos enfrente varias habitaciones de jóvenes juerguistas que no hacían sino abrir y cerrar puertas toda la noche pese a que seguridad vino varias veces.
Tres noches seguidas sin pegar ojo, imposible!!! no se puede descansar pese a haberlo intentado.
la playa es pequeña, está balizada y no hay hamacas disponibles, enseguida se llena, tienes que ir antes de las 9:30 de la mañana para coger un sitio o gastarte un mínimo de 200 dólares para poder estar en una hamaca de consumición obligada. Lo mismo en la piscina, zonas privadas con obligado consumo, un borde por el que te es difícil entrar, una zona de hamacas a la que tienes que subir por una escalera de caracol estrecha y encima mojado de la piscina. Una experiencia horrible, encima daba la sombra en la piscina bastantes horas por la forma de la entrada del hotel. El desayuno no lo recomiendo, poca distancia, poca calidad en los alimentos y mal servicio. En definitiva un horror.
Supongo que si tuviese 20 años y ganas de juerga, igual me hubiese gustado, pero para ir a descansar, fatal. No lo recomiendo.
Tuvimos que discutir un rato para que nos dejasen ir anulando la reserva pese a la mala experiencia.
Después nos fuimos a otro hotel donde el trato fue exquisito y las instalaciones una maravilla pese a que estaba peor ubicado.
muy mala experiencia.