Es nuestra segunda visita a este Fairmont de Dubai y hemos estado en otros Fairmont por el mundo.
El desayuno con colas, muy mala organización. Si hay mesas libres no pueden hacer que la gente espere, el suelo de fuera con colillas en el suelo, cojines con migas y mosca.
En la playa, hay boyas de limitación tan pegadas a la orilla que apenas tienes espacio para bañarte y hace feo (el resto de la playa no lo tiene). La atención en la playa es muy mala. Aparte de eso, antes desde la piscina del hotel estabas encima de la arena de la playa y se veía el mar, ahora casi toda la playa tiene beach clubs y le han quitado mucho espacio y vistas al hotel.
En la piscina hay poco espacio para todos los huéspedes que hay. El servicio aquí es malo, malo, malo, tibiamos que llamarle la atención a un empleado porque no hacía mas q hablar con otro y dejaba a las mesas sin atender en el bar de la piscina (la de la izquierda Mirra do al mar) y al rato se puso a jugar al billar solo delante de los clientes, no fuimos los únicos que alucinábamos.
Las pulseras para acceder a la playa y la piscina son de plástico que parecen de un crucero, hay muchas posibilidades de hacerlas un poco más acordes al hotel (ejemplo: de tela con el nombre del hotel)
El servicio de habitaciones debe saber cuántas personas hay en cada una, si hay 4 pues se dejan 4 toallas porque todos los días tuvimos que llamar a que viniesen.
La alcachofa de la ducha no funcionaba.
Lo único bueno que tiene este hotel es que las habitaciones son más amplias con respecto a otros hoteles de Dubai.
Coger un taxi es difícil y hay tiempo de espera.
Muy decepcionante. El equipo y la dirección del Fairmont tienen mucho trabajo por delante si quieren que este Fairmont esté a la misma altura que los de su cadena.