Muy lindo el ambiente y la atención.
Frente al mar.
Caro o dentro de la media de caros, pero no comimos bien. Detallo,
No traen absolutamente nada para la recepción (en Brasil es frecuente, aunque cobren servicio de mesa), pedimos un vino chico de 375cc, sabiendo que aquí son caros. De los más caros de la lista, un 2018. Ahí va mi error, lo probé poco... Después con mi mujer en el segundo sorbo, lo sentimos avinagrado y ácido. Cuándo llamamos al mozo, por supuesto no entendió el reclamo. Tuvimos que pedir una gaseosa conocida para equilibrar el ácido de esos sorbos de vino .
La comida.... Mi esposa pidió un pez del día con salsa de almendras, insulso sin demasiado gusto, acompañado por unas papas asadas. No tan mal, ni tan bien. La porción mediana, eso que en Brasil son muy generosos con ellas Mi plato, sólo lo describo. Pedí un arroz con fruto de mar: Arroz con Tuco, 4 o 5 anillos de calamar pequeños, y 4 o 5 camarones con la cola y la cubierta, de hecho me los tenía que ir sacando desagradablemente de la boca por no poder masticarlos y dejarlos en un costado del plato. No te incluyen la propina en la cuenta, por lo que el mozo te cobra el 10% de la cuenta en efectivo. No volveríamos. En Buzios hay mucha gastronomía mejor y a igual o menor costo.