En pleno centro de la ciudad a pocos pasos de todo. Está limpio, no tienen ascensor y las habitaciones son amplias. El agua de la ducha no sale muy caliente pues usan unos mini termos eléctricos. Las habitaciones altas son más tranquilas pero no hay ascensor y nadie te ayudará a subir las maletas. El personal es muy amable y te ofrecerán todo tipo de excursiones. En la calle las encuentras más baratas. El desayuno es escaso, una barra de pan, mantequilla y un huevo al gusto, te o café, te lo sirven en la recepción, no tienen infraestructura para más, pero no se puede pedir más por esos precios tan bajos. La conexión a internet es muy lenta, pero es un problema general en el país. Una de las noches que pasé allí organizaban una boda en plena calle, a dos pasos del hotel y no pegué ojo, por la mañana hay mucho ruido de tráfico. Un inconveniente de estar en pleno centro.