Para visitar el Salto del Tabaquillo tomamos un colectivo de la lìnea Merlino en la vieja Terminal de òmnibus situada en el centro de Merlo (Provincia de San Luis). La frecuencia tanto de ida como de vuelta es bastante amplia, el costo del pasaje es de $30- y se abona al chofer. Luego de una media hora de viaje, llegamos a Rincòn del Este donde descendimos para ingresar a la Reserva Florofaunìstica desde donde se accede al Salto. Aquì se ubican varios puestos que venden la excursiòn, y si bien se puede llegar por cuenta propia, por mayor seguridad nosotras preferimos hacerlo con guìas especializados, entonces contratamos la agencia Ecoaventura Los Còndores. Yo sòlo realice el trekking hasta el Salto ($700-), y mis hijas ademàs agregaron escalada y tirolesa ($1.550-). Arrancamos la caminata y luego de cruzar el Arroyo El Molino a 1.150 metros de altura, comenzamos el ascenso por un sendero atravesando el faldeo serrano, lo cuàl requiere un gran esfuerzo fìsico de manos, brazos y piernas para sortear la complejidad de algunos sectores de la senda, en general precipicios. Durante el circuito pudimos apreciar vegetaciòn: cortaderas, molles y màs cerca de la cascada, àrboles de tabaquillo, lo que dà nombre a esta gran caìda de aguas. Tras 6 kmts. de distancia y unas dos horas de trekking, arribamos por fin al tan ansiado salto de 18 metros de caìda ubicado en medio de las sierras, ya a 1.480 metros sobre el nivel del mar. Lo admiramos, nos mojamos, nos refrescamos y sacamos infinidad de fotos. Cumplido el tiempo estipulado de permanencia en el lugar, emprendimos el regreso. En esta ocasiòn descendimos siguiendo el cauce del arroyo, que creì màs sencillo que la subida por las sierras. Ingenua de mì,...no se trata de un simple curso de agua, sino que debimos treparnos, saltar grandes formaciones rocosas y hasta atravesar una cueva, pero tambièn cruzamos bellas cascadas y ollas de aguas cristalinas. Quiènes como mis hijas, eligieron hacer escalada y tirolesa, se detuvieron en un punto de la sierra en el cuàl luego de colocarse los elementos de protecciòn y seguridad (cascos y arneses) comenzaron a escalar una ladera para luego deslizarse en tirolesa. Despuès de otras dos horas de desplazamiento llegamos al punto de partida, o sea a la reserva florofaunìstica. Éramos un grupo de unas 20 personas, y yo podìa ser la madre de todos ellos, incluìdos los instructores, y a pesar de mi edad, estar fuera de training y lo irregular del terreno superè la prueba, claro que con la lengua afuera y la ayuda permanente de los guìas. Si bien no existe un lìmite de edad para esta actividad, sugiero a las personas interesadas que no estèn en estado o posean alguna patologìa (respiratoria, cardiovascular, sobrepeso, vèrtigo, etc) consultar previamente antes de semejante trepada y descensos, que de no llevarse a cabo de forma prudente puede resultar muy riesgosa.