Fuimos por recomendación ya que estaba entre los mejores lugares para comer bien y barato en Ushuaia. Llegamos a las 20 00 y tuvimos he esoerar hora y media para entrar a comer ya que el local estaba lleno. Los precios son accesibles y la comida nada del otro mundo. También faltaban muchas cosas en el menú

el dia 14 de febrero por la noche concurri al establecimiento sobre calle San Martin. Empezamos con una corta espera, para luego desilusionarnos con los platos pedidos. El plato de mi novio era un bife de lomo que se pidio jugoso y vino bleu, relamente muy falto de coccion, no era literalmente comible aparte de ser chica la porcion. Por otro lado, yo pedi ravioles de verdura y al llegar eran canelones que la moza se nego a cambiar diciendome que eso era mas rico; la realidad es que el relleno era tallo de acelga con ricota, poco agradable al paladar y para finalizar la velada el postre demoro mas que el plato principal. Mis expectativas bajaron en cuanto al establecimiento.
Adjunto foto del lomo recibido.

Tal vez fui con demasiadas expectativas y si bien la comida llego rapidísimo (el resto no estaba abarrotado de comensales) la atención no fue la esperada y no solo yo sino que vi hasta tres personas acercarse a pagar en mostrador por la demora en el cobro.
Los precios son razonables ya que por lo general están sobre la media de Bs As.

Es una casona antigua, ambiente muy agradable, cálido y bien local. Los platos son abundantes. La atención muy buena. El menú incluye platos propios locales y otros bien tradicionales de la cocina criolla (ej guiso de lentejas). Los precios son mejores que en otros lugares, relativamente más económicos. Ricos platos.
Atencion: ir bien temprano apenas abre, tanto para cena como almuerzo, porque se forma una larga fila de espera. Una vez terminamos yendo a otro lugar.

Se come riquísimo y baratisimo. Hay que ir con paciencia para esperar porque el lugar es chico y hay mucha gente. Nos quedamos con ganas de comer el guiso de cordero ya que no habia mas y cuando fuimos otro día, ya no pudimos entrar. Lo probaré la próxima vez que viaje a Ushuaia.