Restaurante pequeño y acogedor con una carta con multiples opciones veganas. Probamos la ensalada spiral, que nos gustó mucho. El salmón estaba riquísimo y la guarnición también. El plato de escalopines de seitán también muy recomendable. Las raciones son abundantes. El trato fue fantástico y pasamos una cena muy agradable.

Volvería sin duda.

Cocina excelente, con un personal muy amable con buenas recomendaciones, sabores sorprendentes con cocina para diferentes paladares y gustos. Nosotros repetimos gran calidad-precio.

Fuimos por recomendación de una amiga. Eramos un grupo de 5 personas, una de nosotras vegana. Nos atendieron genial desde el primer momento y pedimos vino y cervezas artesanas, después elegimos un plato por persona y uno para centro, teníamos mucho hambre y nos quedamos satisfechas. Aunque siempre hay sitio para postre.
Recomendamos probar los aguacates al horno que son de la huerta del cocinero, y la tarta de queso vegano.
Especialmente destacamos lo bonito que es el espacio, el buen trato de los propietarios y el amor que ponen hacia su clientela.

Muy recomendable

Si buscas un sitio donde disfrutar de la experiencia Sprial es tu sitio. Íbamos buscando donde poder comer sin gluten ni lactosa pero que no fueran las cosas típicas y sin duda acertamos. El trato espectacular, el camarero estuvo pendiente de que todo estuviera a nuestro gusto desde que entramos. Los platos de mucha calidad y poder tomar una hamburguesa sin gluten se agradece.

El trato del personal es cercano, muy atento y cuidado. Te asesoran en la carta. La carta tiene también opción vegetariana y vegana, muy bien elaborada y diversa. La cocina se presta a cualquier variación en la presentación o en los ingredientes. Los detalles del servicio hacen sentirte atendido individualmente y disfrutar de un modo especial.
La cocina es de calidad, cuidada, adaptada a los gustos y necesidades de cada una-o, con una cocina para todos/as (se atiende a todo tipo de alergias y elecciones alimentarias). Los platos son abundantes y completos, con una ella oración propia, personal y actual.
Una vez conocido repetí al día siguiente con mi acompañante. Una semana después volví a Nerja y durante los días de estancia no tuve duda de acudir diariamente. Los detalles y el trato que tuvieron al respecto me hicieron sentirme cuidada en mis días de vacaciones.