Es lo que hay en estas tierras, complicado, pero es lo que toca.
Poco más queda por visitar, la percepción al entrar es de relax, pero a medida que vas viendo cómo funciona la gente te das cuenta de que es fachada, el personal de recepción unos sobrados, la habitación pasable ya que están muy mal conservadas, aire condicionado ya que es siempre lo mismo, solo mete ruido. Las vistas pues dejan mucho que desear por la parte trasera, campo con algunas chabolas y las alambradas perimetrales del hotel.
Puedo decir que lo ms bonito del hotel es delante de la zona de la piscina hacia la carretera un árbol lleno de mangos impresiónate. Os recomiendo probar la hamburguesa de camarones, me quede sorprendió al verla en la carta.
En mi opinión básico, pero en la zona es lo que hay, visite también el Venetur Orinoco pero ya no es lo que fue años atrás.