Es difícil escribir buenos comentarios en Venezuela como lo que voy a decirles de este lugar. Simplemente perfecto, los detalles, el lugar, la atención son extraordinarios, debo decir que al principio no era mi primera opción y luego de ver varias alternativas elegí este hotel y vaya que sorpresa, el personal de un amable y buscando siempre las mejores opciones para nuestro disfrute, la atención de la dueña que al saber que luego de cometer el error de salir a comer fuera del hotel ( error mío pensaba en cenar en el Bergland, mala idea) nos regalo una torta de manzana hecha por ella que estaba fabulosa, nos arrepentimos de haber salido, pienso volver y pasar días completos ahí , el detalle en la mañana de los crosaint y el café para despertar y el desayuno servido en la mesa fuera de la habitación pero con vista a la montaña estuvo prácticamente insuperable. Podría seguir escribiendo pero no me alcanzan las palabras de elogio y agradecimiento a todos en el lugar por haber hecho de nuestra estadía algo inolvidable. Felicitaciones