Sin lugar a dudas, la mejor estancia en hoteles de ensueño en que hemos estado (Bora Bora--Le meridien, Maldivas--Anantara Kihavah).
Estuvimos una semana en septiembre de 2014 en una de las villas del Phulay Bay-Ritz Carlton.
El trato es exquisito y muy cercano, a la vez que tienes intimidad y relajación. Las habitaciones respiran lujo. Las villas cuentan con piscinas desbordantes que miran al horizonte en el que se divisan esas montañas que salen del mar. Precioso. La habitación muy dificil de superar.
El mayordomo que nos asignaron, Beet, nos hizo la estancia lo mas agradable y servicial que se pueda imaginar.
No le pudimos sacar ningún defecto.
Todo rodeado de un servicio de sobra a la altura de un Ritz Carlton y de un entorno paradisiaco. El precio esta mas que justificado.
Volveremos a una de las villas de este extraordinario hotel.