El Hotel es antiguo, muy bien conservado , siendo que dentro està mejor que a primera vista. Destaco la atenciòn, ( que es en el Restaurant que està abajo), donde ya se abona y arregla el tema del desayuno que es en un Salòn contiguo. Muy linda habitaciòn , còmoda, con ropa de cama y la propia cama, sùper suaves y còmoda. Artìculos del baño y secador. Nota diferente: enfrente se encuentra el reloj que toca a cada hora y cada media, el cual se apaga a las 0 hs para comenzar a las 0600 hs, fantàstico! De noche cenamos el Menù de Peregrino (muy recomendable) allì mismo . Restaurant sùper grande,muy buena atenciòn, comimos muy bien unos repollitos rellenos riquìsimos!! Al otro dìa, muy buen desayuno, muy completo con yogures, jugo de naranja natural, fruta y bolleria, tostadas..muy recomendable !!Más