Rico italiano ubicado en pleno centro de Portland, ME. Entramos a cenar porque al pasar nos atrajo el sitio y la carta, que aunque no es muy extensa, tenía buenos platos a base de pasta fresca, sobre todo.
Pedimos una focaccia de burrata y jamón para compartir, y de platos unos gnocchetti con salmón al limón y unos tallarines boloñesa. Y de postre un tiramisú para compartir.
Todo muy rico, pero destacaría la focaccia, muy pero que muy deliciosa, al igual que los gnocchetti, que estaban suaves y tiernos.
Pedimos también un cocktail a base de limoncello.
Trato muy bueno, cercano, amable y eficiente.
Buena opción si quieres olvidarte por un momento de tanto marisco y pescado de la zona.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.