reservamos para llevar comida al alojamiento en dos dias que suelen ser delicados porque se llena todo y el servicio suele ser regular en casi todos lados: el 25 y el 26 de diciembre a mediodía.
pues aquí no: son dos chicas y un chicos jóvenes encantadores y muy amables con muchas ganas de trabajar y hacerlo bien...y es que lo hacen muy muy bien.
la comida estaba deliciosa: pedimos entre los dos dias varias raciones de buñuelos y croquetas variadas: muy ricas las croquetas y los buñuelos buenísimos también.
la sopa de almendras está muy rica y suave, nos encantó.
las patatas a los pobre estaban buenísimas: tenía ganas de comer unas patatas a lo pobre que no estuvieran grasientas e indigestas y éstas lo estaban: riquísimas para el aperitivo.
pedimos carnes: puntas de solomillo, chuletitas de cordero, entrecot de ternera...todo a la brasa y buenísimas, tiernas y en su punto todas, acompañadas por unas salsas muy variadas y ricas también.
los postres deliciosos también: buñuelo, helados caseros...muy bueno todo.
comimos como marqueses y a muy buen precio.
encima la presentación de todo, pese a ser para llevar por la situación actual, muy bonita, como las sopas en botecitos tapados con cordeles, para darles un toque rústico, encantador, como ellos.
me quedé con ganas de probar los huevos rotos y las migas...para la siguiente ocasión que pasemos por lanjarón.
a gente así: amable y trabajadora sólo les puedo desear que puedan capear el temporal lo mejor posible ( y, por lo que pudiemos ver al recoger la comida, así es: ya que estaba todo lleno ) y que les vaya todo genial.