Ideal para una estancia tranquila o una parada si se viaja por la zona, con el nivel y profesionalidad que se espera en paradores.
-Ubicación. Excelente, con vistas a la ría y al pueblo asturiano de Castropol, con una bonita terraza mirador frente la cafetería.
-Habitaciones (222). Las mejores son con vistas a la ría y con terraza. Tamaño normal. Mobiliario razonable, buenos colchones, baño normal-bien. Buen aire acondicionado. Limpieza bien.
-Recepción. Muy eficaces, profesionales y amables. Atendieron nuestras preferencias sobre el tipo de habitación.
-Restaurante. Bonito, sobre todo las mesas con vistas a la ría. Buena comida y servicio, pese a que en la zona hay muchos establecimientos competitivos. El conjunto es de buen nivel, de estilo quizás romántico y educado y con poco o ningún niño alborotando.
Un consejo: no excederse al pedir arroz con bogavante porque la ración es superabundante y con 2 raciones comen 4.
-Cafetería. Ambiente distinto, mucha gente no hospedada alli, y más alboroto, pero personal muy correcto y profesional.
-Parking (garaje cubierto, pago adicional). La cochera es estrecha pero aceptable. Cruzando la calle frente al parador.
Recomendable a parejas y gente tranquila y menos orientado a familias con niños.
En mi caso, una estancia muy agradable para repetir, ... aunque ya se sabe que en Ribadeo llueve bastante...