Estupendo apartamento en un lugar tranquilo y cercano a la playa.
y muy buena atencion de Ernesto, en resumen todo perfecto, volveré.-

Hemos quedado encantados con el lugar, muy tranquilo, perfecto para unas vacaciones en familia. El residencial precioso. El piso muy limpio y acogedor. Y el propietario muy amable.

La urbanización está ubicada a pocos pasos de la playa, con acceso directo al paseo que te lleva hasta allí en un par de minutos. Las piscinas están muy limpias para todo el movimiento de personas que hay y las zonas comunes están muy cuidadas. El apartamento está muy bien, y lo mejor sin duda es la terraza. Lo peor es la nevera,demasiado pequeña para poder almacenar comida ya que si la cargas demasiado no enfría y se acaba estropeando todo, como nos pasó.. pero por el resto encantadisimos con todo y con los propietarios..para repetir!la zona da opciones de paseos en barco, ocio nocturno y supermercados a poca distancia, pero hay que ir en coche. Y Portugal a un paso, totalmente recomendable visitar "os días medievais De Castro Marim" si van a finales de agosto.

Una gozada Isla Canela, sus playas, el apartamento con su terraza maravillosa y su piscina espectacular y el trato con sus propietarios, como siempre, un placer... Poco más que decir

Me he alojado en este apartamento una semana, la más calurosa de todo el año, pero tras preguntar Ernesto (dueño de la casa) si había aire acondicionado, me indicó que no, que no era necesario, y 4 de las 7 noches no he podido pegar ojo. Es verdad que esta ola de calor en septiembre no es normal, pero yo no iría en agosto. La casa bien, una terraza más grande de lo que aparece en la foto, vistas laterales al mar, y todo lo demás bien, si no fuera por el calor que hemos pasado. Una de las mejores playas en las que he estado sin dudarlo. Recomiendo este apartamento pero no en épocas que pueda hacer este calor.

Repetíamos después de dos años. Nos encantó la zona y el apartamento cuenta con todo lo necesario para pasar unas vacaciones de lujo. La urbanización es muy tranquila y la piscina digna de un hotel cinco estrellas. El trato con los dueños de nuevo fue encantador. Las playas son muy bonitas, especialmente con marea baja y cenar en la terraza es algo que no se puede hacer todos los dias.
Veníamos desde el norte y realmente merece la pena volver y lo haremos.