El hotel es pequeño y la gran contra que tiene es que a varias de las habitaciones se accede por un patio al aire libre (si llueve o hay nieve, no está bueno)
Tiene un bar ideal para cuando hace frio, muy calido con maderas y sillones.
La gente del hotel es muy amable y atenta. Nosotros llegamos tarde, después de que cerrara la cocina, e igualmente se preocuparon por armarnos algo para comer y que estuvieramos contentos.
El desayuno está incluido y es MUY bueno!!! Tanto las cosas de panaderia como los quesos. Fue uno de los mejores desayunos que probé en europaMás