Ha sido nuestro gran descubrimiento en Mallorca,un fin de semana en el que se paró el tiempo,un auténtico paraíso con todo lujo de detalles.Una vista de ensueño y un trato inmejorable,cabe descartar la atención y cariño que recibimos de todo el personal pero especialmente de su director Javier Santos una persona encantadora,quién nos recibió y estuvo muy atento en todo momento.
La comida y sobremesa excelente.
Sin lugar a dudas repetiremos.
- Wi-Fi gratis
- Piscina