Maravillosas vacaciones en la isla de Lanzarote.
Escribimos al hotel solicitando una habitación tranquila y no pudieron hacerlo mejor! Nos situaron en la suit 334 (estamos aún aquí! Último día 😥) y ha sido estupendo!
Las suites: hay distintos edificios con 3 plantas, entre ellas hay escaleras por lo que si se viene con carrito mejor solicitar una inferior. La nuestra 3a planta estupenda con vistas a la piscina y el mar de fondo. Constan de baño (con secador, jabón manos, crema corporal, champú, suavizante y gel ducha), zona de salón con útiles de cocina como microondas y calienta leches (tienen el detalle de dejarte un botecito de fairy y varios sobres de leche, cafe, azúcar...), habitación principal (con cama cómoda de 2x2) y terraza con mesa y tendal. Ah! Y te dejan de regalo una bolsa de tela para la playa!!
El comedor: buena comida y variedad. Siempre hay variedad de frutas y verduras, pasta, carnes y pescados, pizzas y cenas temáticas (asiáticas, mexicana, canaria...). En los desayunos variedad de bollería, distintos panes, tortitas, churros y salados (huevos, beicon, salchichas...).
En bar de la piscina cubre los horarios que no cubre el comedor y en él se puede pedir, además de gran variedad de cócteles, comida caliente como hamburguesas, nachos, nuggets, bocatas, patatas, frutas, ensaladas...muy completo!👌 Tiene además mesa de ping-pong y 2 billares (de pago).
La piscina: una maravilla para los más pequeños(y no tan pequeños)! Hay una de bebés, otra mediana que está a 28° y la grande con los toboganes. Con varios socorristas siempre atentos!
El personal encantador y siempre atento a cubrir las necesidades que se le solicitan.
Gran variedad de actividades en los distintos clubs, mini, maxi, junior...con varias pistas de fútbol, tenis, tirolinas, columpios...
Por último, y no menos importante, muy bien situado! Está a 5 min andando a la Playa de las Cucharas, a 5 min en coche del Acuapark, a 10 min en coche de Arrecife, y a media hora de los principales puntos turísticos de la isla como el Timanfaya o el Mirador del Río. En fin...una pena tener que irse!